En el año 1921 en Fontainebleau (Francia), residía el artista malagueño Pablo Picasso, en donde pintó «Los tres músicos» en el periodo conocido como «cubismo sintético», que la diferencia que tenía con el anterior (cubismo hermético) era que el lenguaje no era tan abstracto y podía entenderse mejor por el espectador.
En el cuadro vemos tres músicos, un arlequín con una guitarra, un pierrot con un saxofón y el monje que sostiene una partitura (única imagen que parece intacta de como la conocemos en realidad), además del perro que vemos entre las piernas de los músicos.
El Arlequín es un personaje muy recurrente por Picasso en muchas de sus obras, ya que lo considera como a un artista, capaz de camuflar la realidad ya sea por sus trucos o por su interpretación.