En el aniversario de los 400 años del nacimiento del arquitecto suizo Francesco Borromini, se hizo en su honor y a una de sus construcciones más famosas, en el lago Lugano de Suiza en el año 1999 una reproducción de la iglesia de San Carlo alle Quaattro Fontane de Roma.
Fue encargada al arquitecto Mario Botta en colaboración con la «Università della Svizzera Italiana» y fue una replica exacta de la iglesia, eso sí realizada con más de 35.000 tableros de madera moldeados para que encajen en esta gran «escultura efímera» de 33 metros de altura y 90 toneladas de peso que por desgracia se desmanteló en el 2003.