Realizado por el alfarero Ergótimos y el pintor Klitias alrededor del año 570 a.C. en la Grecia Ática, el Vaso François es una pieza de cerámica correspondiente a la técnica de las figuras negras (pintura negra sobre fondo rojizo claro).
El nombre se debe gracias a Allesandro François, que fue quien la encontró en una tumba etrusca en Chius (Italia). Es una pieza cerámica, más concretamente una crátera, que se utilizaba para mezclar vino y agua y se disponían en los simpsosiums (banquetes) para que los comensales se sirvieran ellos mismos.
Está decorada con seis frisos y 270 figuras, que forman diferentes escenas y inscripciones en las que vemos escenas mitológicas como la de Teseo en el laberinto del minotauro o el regreso de Hefeso al Olimpo, entre muchas otras. Es una de las piezas más importantes conservadas de la época por su estilo técnica, belleza y estilo orientalizante, casi a las puertas del naturalismo griego.
Otra de las escenas que se encuentran allí son: la caza del jabalí de Calidón, Áyax recogiendo el cadáver de Aquiles, la guerra de los pigmeos contra las grullas y demás