Uno de los mosaicos más importantes del arte clásico es el que se realizó en el periodo alejandrino en el siglo I a.C. a finales del período helenístico en la antigua Praeneste, es el conocido como «mosaico de Palestrina».
Este fabuloso mosaico de más de cinco metros de ancho y cuatro metros de alto podemos ver la vida y la fauna que había a modo de escenas alrededor del rio Nilo, algo que nos da un ejemplo de la fascinación que sentían los romanos por el exotismo, la civilizacion y las costumbres egipcias.
En un marco con forma de arco se nos presentan, cabañas, palacios, templos, barcas, etc. y aparecen también una gran variedad de escenas en la que se aprecia la vida y los quehaceres cotidianos de egipcios, griegos ptolemaicos y africanos etíopes cazando, junto con una gran diversidad de vegetación y especies animales, incluyendo algunas especies de fantasía.
Este tipo de representaciones entran dentro de la categoría de nilóticas, y no sería la única pero si una de las más importantes.