El origen de los museos.

La palabra museo proviene de la antigua Grecia Helenística, que es una derivación de la palabra “museium” que consistía en un templo sagrado de Atenas dedicado a las musas, que eran diosas de la memoria la sabiduría. Más adelante ya en el siglo III en la época de Ptolomeo se construyó un conjunto de edificios en su palacio de Alejandría en donde había un anfiteatro, jardín botánico, una colección de zoografía, una zona de estudio y trabajo, y la famosa biblioteca de Alejandría.


Más adelante ya en época del imperio romano empezaría a surgir un nuevo concepto, el de coleccionar obras de arte, muchas de estas expoliadas a partir del saqueo producido por las batallas de Siracusa y Corinto entre otras, para llevar muchas piezas a los templos romanos.

Palacio Pitti, Florencia.
Palacio Pitti, Florencia.


Durante toda la Edad Media las obras de arte formaban parte de las colecciones reales y de la iglesia y el papado, y a partir del siglo XIV comienza a nacer el mecenazgo en donde grandes casas como los Medici empiezan a tener grandes colecciones y a promocionar artistas bajo su nombre y a alardear de sus pertenencias y fortunas a la sociedad.
Es en Francia a partir de la revolución francesa donde todo cambia, y cuando Napoleón Bonaparte convierte museos como el Louvre en un estamento público, en donde los visitantes podrán entrar de forma gratuita durante tres días a la semana, además de preocuparse en comenzar a catalogar las obras y en destinar fondos para la conservación de estas y el enriquecimiento del museo.

Museo del Louvre, Paris (Francia).
Museo del Louvre, Paris (Francia).


A partir de este momento comienza a haber un cambio general en toda Europa y en el siglo XVIII el museo se convierte en algo público para el deleite y el disfrute del visitante.