Madame Butterfly, una de las joyas de Puccini en el Teatro Real.

Este mes de Junio se presenta en el Teatro Real de Madrid una de las obras más famosas del compositor italiano Giacomo Puccini, Madame Butterfly.

La ópera se estrenó el 17 de febrero de 1904 en La Scala de Milán, aunque no tuvo muy buena crítica, algo que hizo que el compositor la volviera a reescribir otra vez dividiendo el segundo acto en dos, entre otros muchos cambios para volverla a representar en Brescia el 28 de Mayo de 1904. Puccini tuvo que reescribir la ópera hasta una quinta vez, que será la definitiva y la obra que más se interprete hasta día de hoy.

La historia de Madama Butterfly es el choque entre dos grandes culturas, la japonesa y la norte americana y en ella se nos presenta la trágica historia de amor entre una geisha llamada Cio Cio San, y un soldado estadounidense llamado Pinkerton.

A finales del siglo XIX se establecieron relaciones diplomáticas y comerciales entre Japón y Estados Unidos, algo llamo a muchos visitantes norteamericanos y europeos a visitar el país Nipón, un echo que vemos  plasmado en muchas obras de arte de los artistas occidentales.

En Japón existían las esposas temporales, las conocidas como las geishas,  algo que sedujo a muchos hombres de occidente a finales del siglo XIX y principios del XX. De aquí nace la historia cuando el oficial de la armada estadounidense llamado B. F. Pinkerton  visita la ciudad de Nagasaki en donde conocerá a la joven Cio-Cio-San apodada Madame Butterfly y por medio de un casamentero ambos contraen un matrimonio que para Pinkerton solo será una aventura más que romperá en el momento en el que zarpe su barco. En cambio la joven geisha cree en el amor y en el oficial, incluso cambiando de religión y convirtiéndose al budismo algo que hará que su familia y su comunidad reniegue de ella.

Después de la boda el marinero zarpa hacia Estados Unidos, y durante los próximos años Butterfly esperará su regreso, rechazando otros casamientos apañados con otros marineros o miembros de la corte, su criada Suzuki le advierte de que él jamás volverá, pero ella no le hace caso y es en este momento cuando suena la canción que todos conocemos, «Un bel dí vedremo».

Cuando el mismo que le caso con Pinkerton trata de convencerle de que se case con un príncipe del lugar, ella confiesa que tiene un hijo producto de la noche de bodas, y en poco tiempo, y antes de que se acabe el segundo acto, ella ve como se acerca un barco con bandera estadounidense, el «USS Abraham Lincoln», y ella le pide a Suzuki que prepare una gran bienvenida para el recibimiento de su amado, y aquí empezará la tragedia y la tristeza que terminarán con la pobre protagonista.

Es en el tercer acto, que es quizás un de los más tristes de la historia de la ópera, cuando Pinkerton se entera de que tiene un hijo, y decide que quiere llevárselo a Estados Unidos para criarlo allí junto a su nueva esposa estadounidense Kate. Pero cuando llega y se da cuenta que Butterfly ha decorado todo el lugar para su recibimiento ve su gran error, y su gran mentira, el además es un cobarde y no es capaz de enfrentarse a ella de manera que es su esposa, Suzuki y el casamentero quien le dan la noticia a ella.

Cio Cio San, su criada Suzuki y el hijo que ocultó con Pinkerton.
Cio Cio San, su criada Suzuki y el hijo que ocultó con Pinkerton.

Ella desolada esta conforme en que se lleve al niño, mientras que pide perdón delante de la estatua de Buda y ya luego se desplaza a una habitación en la que encontrará su fatal destino clavándose un cuchillo de su padre.

Butterfly practicándose el harakiri.
Butterfly practicándose el harakiri.

 


Mario Gas sitúa la historia en un plató cinematográfico en los años 30 y propone tres perspectivas simultáneas a través de las cuales vivir este drama conmovedor: la ópera en sí, la grabación cinematográfica que se hace de la misma y su reproducción en blanco y negro en una gran pantalla.

http://www.teatro-real.com/es/temporada-16-17/opera/madama-butterfly