Anfiteatro de Pula.

Imaginaros estar disfrutando de una ópera, un concierto de música clásica o una obra de teatro en el mismo lugar en el que hace 2000 años habían disfrutado también una de las civilizaciones más prosperas y famosas de todos los tiempos, la romana.

Arco de medio punto desde donde se aprecia el interior del anfiteatro.

Bautizada por los romanos con el nombre de «Pietas Julia», y ubicada junto al mar encontramos la ciudad de Pula (Croacia), y en ella uno de los siete anfiteatros mejor conservados en la actualidad y el único que cuenta con cuatro torres y con los tres órdenes arquitectónicos clásicos (jónico, dórico y corintio).

Anfiteatro de Pula.
Imagen del Anfiteatro de Pula.

Realizada a las afueras de la ciudad junto a la «Via Flavia» que comunicaba Pula con las dos grandes ciudades del imperio, Aquilea y Roma, fue construido alrededores del siglo I, entre los años 27 a.C. y 81, en un momento de esplendor del imperio romano, convirtiendo la ciudad en el centro de poder romano en la región de Istria.

La historia del anfiteatro comienza bajo el reinado de César Augusto, que fue una pequeña construcción de madera para más adelante convertirse en un pequeño recinto de piedra bajo el reinado de Claudio hasta que en el año 81 durante el mandato del emperador Tito fue totalmente completado.

Algo muy característico de esta construcción es el material con el que esta hecho, son sillares de piedra caliza de la misma Istria, un material muy preciado por los constructores y los emperadores romanos.

Exterior del Anfiteatro de Pula.
Exterior del Anfiteatro de Pula.

La parte más alta del edificio es de treinta metros de altura, pero no es así en todo el perímetro ya que esta adaptado al desnivel del terreno, teniendo parte con tres alturas y otras con dos. En los dos primeros pisos hay setenta y dos arcos de medio punto, y en el superior 64 arcos adintelados.

El interior o la planta del anfiteatro es de más de 130 metros, la cávea o gradas daban asiento a 23.000 espectadores aproximadamente en sus cuarenta escalones que podían estar protegidos con «velarii», que eran uno grandes toldos que protegían a los espectadores del sol y la lluvia.

Interior del Anfiteatro de Pula.
Interior del Anfiteatro de Pula.

El anfiteatro como tal es muy parecido al que se construye simultáneamente en Roma, con sus pasillos y dependencias subterráneas para cobijar fieras y gladiadores y las diversas dependencias y almacenes debajo de las gradas. Sin duda lo más destacable de esta construcción que se diferencia de las demás es la de sus cuatro torres que se utilizaban a modo de cisternas con agua perfumada que se utilizaba tanto para abastecer como  para rociar a los espectadores.

 


CURIOSIDADES DEL ANFITEATRO DE PULA

  • Fue un lugar en el que en el siglo IV fue martirizado un cristiano llamado Germanus.
  • El anfiteatro dejo de usarse en el siglo V cuando el emperador Honorio prohibió la lucha de gladiadores.
  • Durante los próximos siglos sufrió el expolio y fue utilizado para que el ganado pastoree y para albergar ferias.
  • En el 1583 la República de Venecia quería llevarse el anfiteatro a su ciudad, algo que fue popularmente rechazado.
  • Y a partir del siglo XIX comenzó otra vez a restaurarse hasta día de hoy para volver otra vez a ofrecer un gran abanico de posibilidades, cultura y entretenimiento.

 

 

Mausoleo de Teodorico.

En el norte de Italia, en la Emilia-Romaña encontramos una de las ciudades más importantes de la historia ostrogoda, bizantina y paleocristiana, la ciudad de Rávena.

Rávena debe mucho al personaje de Teodorico, presente en muchos eventos históricos y con quien se relacionan algunos de los monumentos más importantes de la ciudad.

Teodorico, hijo de Teodomiro, rey de los ostrogodos, nació hacia el año 454. De niño fue educado en la corte de Constantinopla pero, bien lejos de asimilar la cultura bizantina, siempre había tenido predilección por su descendencia ostrogoda.

Mientras en Italia reinaba Odoacro, Teodorico marchó con más de treinta mil hombres, para después de varias batallas vencer y matar a su predecesor Odoacro, más adelante sitió Rávena, ciudad que tras tres años terminó rindiéndose a Teodorico.

Durante los treinta y tres años que gobernó, transformó la ciudad, enriqueciéndola con grandes obras monumentales, y aunque disintiera en religión con el Imperio de Oriente, mantuvo la alianza con ellos.

El Mausoleo se construyó en el año 520, y fue construido en un lugar ya previamente construido con grandes bloques de piedra de Istria, cuadrados y unidos mediante grapas de hierro siendo una estructura de dos órdenes superpuestas.

El piso inferior consta de diez lados, y se caracteriza por nichos de medio punto que recuerdan a los arcos de la arquitectura romana. La parte superior es también decagonal, y los nichos también se repiten pero esta vez con motivo porticado y techado con una banda ornamental.

El interior del piso inferior tiene planta en forma de cruz,  y aunque no está comprobado con exactitud su uso, dicen los expertos que podía tratarse de un espacio en donde se encontrara una capilla o la cámara sepulcral donde habrían tenido que colocarse los sarcófagos de los familiares.

Uno de los detalles más impresionantes del mausoleo es el de su cubierta, que consiste en una única pieza de forma circular realizada en un único bloque de piedra de Istria de 11 metros de diámetro y 500 toneladas de peso, montados en los bordes doce espolones perforados que seguramente sirvieron para anclar las cuerdas aptas para la maniobra del levantamiento.

En el interior del piso superior encontramos en el centro de una planta circular una cuba de pórfido en donde se supone que Teodorico encontró su sepultura, aunque sus restos fueron removidos cuando la ciudad cayó bajo las manos del dominio bizantino y los edificios pasaron a ser católicos ortodoxos.


CURIOSIDADES DE RÁVENA

Sin duda visitar Rávena, fue una muy grata sorpresa. La ciudad en si es muy bonita, prácticamente sin turismo y sin largas colas ni aglomeraciones de gente como pasa en otras ciudades de Italia, los precios son muy económicos y todo esta muy cerca para visitar, una visita que si os gusta la historia y la historia del arte no puede faltar en vuestros destinos.

Pirámides Mayas, Estructuras I y II de Calakmul.

En un recóndito rincón de la América central, protegido por la Unesco desde el año 2002 por su biosfera natural de más de 723.000 hectáreas, siendo el segundo pulmón de América conocida como la reserva tropical más grande de México, con más de 86 especies catalogadas y una gran biodiversidad de vegetación. El día 29 de diciembre del 1931 el botánico y algólogo estadounidense Cyrus Longworth Lundell se encontraba en este lugar de la selva de Campeche, trabajando para la compañía de explotación del país dedicada a la extracción del chicle Manilkara (chicle de mascar que se extrae del árbol tropical simpreverde), cuando se topó con las ruinas de una ciudad Maya perdida en el tiempo, que durante un largo periodo fue una de las más grandes e importantes de esta civilización tan asombrosa.

Calakmul camuflada en la selva de Campeche, con la Estructura número II, estandarte de lo que fue en su momento una gran civilización.

Lundell esbozó un mapa del lugar exacto para informar un año más tarde al arqueólogo Sylvanus Morley del descubrimiento, y este solicitó permiso al Departamento de Monumentos Prehispánicos para llevar a cabo su investigación arqueológica.

En la primera gran expedición el arqueólogo encontró ya 103 de las 120 monumentales estelas que habían realizado los mayas entre el 435 y el 850, realizadas en piedra caliza que hacían referencia a los gobernantes y a la historia de esta ciudad que poco a poco irían descubriendo entre los años 1932 y 1938, pero que por el aislamiento y la dificultad del lugar durante varias décadas se abandonó hasta el año 1982, que fue cuando se llevaron a cabo las grandes excavaciones a cargo de William Folan, del Centro de Investigaciones Históricas y Sociales de la Universidad Autónoma de Campeche y del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México.

Imagen de la majestuosa pirámide maya, Estructura II.

En el 1932 Longworth bautizó a la ciudad con el nombre de Calakmul que quiere decir dos montículos juntos (Ca: 2, lak: juntos, mul: montículos), aunque anteriormente era llamada Ostetun (que en lengua maya quiere decir dos montículos adyacentes), haciendo referencia a las dos grandes estructuras piramidales que sobresalen en la espesa selva.

Pirámides de Calakmul, Estructuras II y I.

Se han hallado más de seis mil construcciones en la ciudad, aunque sus edificios más emblemáticos son las dos grandes pirámides que vemos en las imágenes  y que están rodeadas de estelas en dólmenes que constituyen la mayor «biblioteca maya» que ha quedado hasta nuestros días y narran la historia de esta maravillosa ciudad que estuvo habitada entre el 400 y el 900 viviendo su máximo esplendor desde el 600 hasta el 900.

En la parte inferior de la imagen vemos diferentes estelas, de las que hablábamos previamente.

La ciudad de Calakmul igual que ocurre en la mayoría de ciudades precolombinas de otras civilizaciones antiguas esta íntimamente ligada a una visión religiosa y política influenciada por sus conocimientos astronómicos y de interacción con la naturaleza que les rodea.

Las estructuras I y II están realizadas igual que pasaba en otras civilizaciones orientales, en torno a lo sagrado que representa la montaña como santuario.  La altura tenía el significado para que el gobernante o «Ahaw» se comunicara con los seres superiores representando la unión entre las deidades y el linaje que gobernaba en ese momento, mientras que los túneles representaban el descenso a «Xibalba» conectando también con el más allá, sirviendo también como complejo funerario en donde fue sepultado «Garra de Fuego» (Yuknoom Yich’Aak K’ak’, un gran soberano de este periodo de esplendor maya).

Esta zona geográfica estuvo muy disputada entre dos reinos mayas, el Tikal y el Calakmul, que durante medio siglo estuvieron en conflicto hasta que el rey de Tikal Jasaw Chan K’awaill logró derrotar en el 695 a Calakmul momento en el que se pararon las construcciones en la ciudad y comenzó la decadencia hasta que en el siglo X la ciudad comenzó a ser abandonada para no volver a ser descubierta hasta el siglo XX.

Johnson Wax Building, Frank Lloyd Wright.

A principios del siglo pasado, en los años 30 el joven Herbert Johnson encargará un nuevo proyecto arquitectónico en la localidad de Racine a las orillas del lago Michigan en Wisconsin, con el objetivo de hacer un cambio a su empresa de productos de limpieza a una imagen de icono de modernidad y innovación. Para esto se dirigió a un veterano ya con más de setenta años llamado Frank Lloyd Wright, en una etapa en la que el arquitecto se dedicaba a la enseñanza de la arquitectura a unos pocos alumnos aventajados.

El nuevo proyecto que realizaría Wright tendría unas ideas innovadoras en el exterior y el interior del edificio con una concepción monumental y funcional para los usuarios y trabajadores de Johnson, aplicando su idea de arquitectura organicista.

Plano en sección del edificio Johnson.

Wright planea hacer un edificio opuesto al clasicismo, que era el estilo arquitectónico predominante que había en Estados Unidos en ese momento.

Vista exterior del edificio Johnson.

Organiza la disposición del edificio en dos volúmenes articulados, uno será la torre de la fachada de cristal, inspirada en los santuarios de los monasterios religiosos que se realizará diez años más tarde y albergará los laboratorios de la sede.

La otra parte del edificio será una gran sala hipóstila con de más de seis metros de altura donde se ubicarán las oficinas y los servicios administrativos con capacidad de más de doscientas personas  y construida sobre columnas de hormigón armado con influencias orgánicas que nos recuerdan a hongos o nenúfares.

Interior del edificio con el busto en honor al arquitecto.

Sirvió como inspiración para renovar la tendencia en la arquitectura norteamericana, el arquitecto innovo en técnicas de iluminación y ventilación con espacios diáfanos y abiertos.

El edificio causo gran sensación y recibió muchas publicaciones positivas en los medios de arquitectura, igual que exposiciones en alguno de los museos con más repercusión de Estados Unidos.